lunes, noviembre 27, 2006

NTC ... 247. TOMÁS QUINTERO. Venid a buscar conmigo ...

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*** SEGUIMIENTOS y ACTUALIZACIONES a Marzo 5, 2013

TUTO GONZÁLEZ
Por Tomás Quintero



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TOMADO de: 

TOMÁS QUINTERO ECHEVERRI. 1.945 - 3 de Junio, 1.978. 
"Venid a buscar Conmigo la Muerte o la Libertad" y "POEMAS DE LA AUSENCIA"
Universidad del Valle. Departamento de Letras. Colección de Poesía, Primera Edición Septiembre 1.978. 15.5 x 21 x 1.5 cms. 219 páginas. Rector (1974-1979), Álvaro Escobar Navia. Depto. de Publicaciones, Miguel Yusti. .
 Agradecemos a Jairo Álvarez, amigo, matemático y profesor jubilado de la UV, el habernos proporcionado, de su biblioteca personal, un ejemplar del original del libro, base de esta publicación. Noviembre 27, 2.006. 

Cali,  Marzo 5, 2014
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NTC ... 247. 
TOMÁS QUINTERO. 
Venid a buscar conmigo ...
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*** SEGUIMIENTOS y ACTUALIZACIONES a Octubre 4, 2013



LA PALABRA, Periódico cultural de la Universidad del Valle, Octubre 1, 2013

Muere el  domingo  3 de junio del año 1978, a causa de un infarto, o quizá por asfixia; su muerte ha sido un misterio doloroso, trajo consigo el pudor de recordar. No hace falta precisar lo que algunos han borrado como olvido. Y pasó una negrita con otros como en una caravana de negritos, y una de ellas se detuvo y le dijo que no se bañara porque se iba a morir, y él como que se rió, dice Fernando Cruz Kronfly, eso cuentan quienes estaban con él allí, bebiendo a la orilla del río, como bañándose...
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NTC ... 248
Noviembre 27, 2.006
TOMÁS QUINTERO ECHEVERRI
1.945 - 3 de Junio, 1.978
"Venid a buscar Conmigo la Muerte o la Libertad"
y
"POEMAS DE LA AUSENCIA"
Universidad del Valle. Departamento de Letras. Colección de Poesía,
Primera Edición Septiembre 1.978. 15.5 x 21 x 1.5 cms. 219 páginas.
Rector (1974-1979) , Alvaro Escobar Navia. Depto. de Publicaciones, Miguel Yusti.
...
Agradecemos a Jairo Alvarez, amigo, matemático y profesor de la UV, el habernos proporcionado, de su biblioteca, un ejemplar del original del libro, base de esta publicación. Noviembre 27, 2.006
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ALMA MÍA, CUANDO MURAMOS*
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Alma mía
Cuando muramos
llevadme de la mano
hasta las playas del sol
para secar allí nuestra tristeza
y clavar con flores en el sexo
nuestro amor

Alma mía
Cuando muramos
dejemos colgando nuestra vida
en la percha
del cuarto barato
para que las putas vistan
con ella
las baratas ilusiones
de sus amantes y sus cuerpos

Alma mía
Cuando muramos
que al menos sea desnudos
para poder cantar
con los niños negros
las verdades de la aurora.

(último poema del escritor)**



* Pág. 61 del libro. En la página 60 aparece otra versión de este poema fechada: Mayo 1.978. Esta versión la publicamos más adelante, enseguida de la imagen del manuscrito de ella.
** " ... Su muerte, como la de Silva e Isaías Gamboa, ocurrió de manera intempestiva y temprana. Infortunio lo robó a la poesía y a la vida. El 3 de junio de 1.978, a los 33 años, las aguas de un río en Zabaletas, al sur del sur (1) cerca de Buenaventura, la negra, lo arrebataron cuando su corazón falló al tratar de salvar otra vida. Su amigo Arturo García lo recogió desnudo, -como él lo había soñado- y como se hace con los héroes. Inerte, lo sentó en el asiento trasero de su Renault azul y se acordó de la gesta española : lo cubrió con una sábana y lo llevó al centro de la ciudad como lo habían hecho los vasallos del Señor amado. En esos momentos Tomás era su Cid, en su Babieca azul, en el supremo triunfo. ..." Leopoldo de Quevedo y Monroy http://plenilunio-grupo-poiesis.blogspot.com/2006_09_05_plenilunio-grupo-poiesis_archive.html
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Tomás Quintero, "... conocedor profundo de la obra de Cervantes." (Pág. 219)
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Caratula del libro
Encontrar
El libro perseguido
Tanto Tiempo
Y meterse en su laberintos
Es
Como acariciar un cuerpo
Con la yema de los dedos.

Este poema, que manuscrito aparece en la carátula y en la página 21 del libro,
se publica en la página 14.---
Contracarátula del libro
En la contracarátula sólo el logotipo de la Universidad del Valle (UV).
Esta Institución publicó la primera edición del libro en Septiembre de 1.978.
Coleccion de POESIA. Departamento de Letras.

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Caricatura de Tomás Quintero.
En la página 22 del libro. No se informa del autor.

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ALMA MÍA, CUANDO MURAMOS
Manuscrito del poema en la pagina 57 del libro.
El poema, fechado en Mayo de 1.978, se publica en la pagina 60.
Una segunda versión, con la anotación de "último poema del autor",
se publica en la página 61 del libro y la reproducimos enseguida de la imagen.

ALMA MIA, CUANDO MURAMOS*
Alma mía, cuando muramos,
llevadme de tu mano
a las playas
en el sol
y pondremos a secar allí nuestra tristeza
y con flores clavaremos
en los sexos
el amor
Alma mía, cuando muramos,
dejad colgando mi vida de la percha
en algún cuarto de hotel
para que las prostitutas
vistan con ella
el amor de amanecer de sus amantes

y luego, alma mía,
cuando ya no podamos mirar más el sol
llevadme hasta ese coro
de niños negros
que comienzan a cantar las verdades de la aurora
y que entonces, podamos entender
la nostalgia de la última partida...

Mayo 1978
*Página 60 del libro. Corresponde a la versión manuscrita cuya imagen que aparece en la página 57.
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Pintura de Tomas Quintero, Firmada por Velázquez
Página 131 del libro.
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Pintura de Tomás Quintero. Sin autor
Página 132 del libro
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FOTO DE TOMÁS QUINTERO
Última Pagina (219) del libro.


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ULTIMA PAGINA (219) DEL LIBRO
TOMAS QUINTERO ECHEVERRI
1.945 - 1.978



Profesor de Literatura en en el Departamento de Letras de la Universidad del Valle, y en otras Universidades de Cali. El escritor Tomás Quintero recibió su bachillerato en el San Luis Gonzaga y licenciatura en Letras , en la Universidad del Valle. Especialista el Literatura Española y conocedor profundo de la obra de Cervantes. Además de su producción poétiac, deja inéditos importantes ensayos literarios y una rica correspondencia.
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INTRODUCCIÓN
Por Alvaro Escobar Navia (Rector de la UV en 1.978)

Es evidente que estas notas no pueden ser tomadas como un "prólogo". No podrían serlo por la sencilla razón de que los prólogos suelen ser escritos a petición o a sugerencia del autor. Y es muy probable que Tomás Quintero no hubiera escogido al Rector de la Universidad para ello. Poseía demasiada rebeldía contra lo institucional y estaba suficientemente lleno de interrogantes sobre estos embelecos de la autoridad formal para aceptar de buen grado semejante ocurrencia. Abrigo la seguridad de que hubiera puesto en duda -con sobrada razón- mi autoridad para comentar sus poemas. Por este motivo siento la necesidad de advertir que estas letras sólo pretenden llenar el requisito de una publicación universitaria, en la que parece ser de buen recibo ( otra vez las formas!) una pequeña introducción. Prefiero llamarle eso: "introducción". Sin embargo, mi actuación en este libro esta legitimada por la sincera admiración que guardo por su poesía. Por el hondo respeto que siempre me mereció su creación y su pensamiento. Por la profundidad que logró comunicarme cierto gesto ensimismado que lograba escapar a su talante de ausencia.

Resulta un poco irónico que hubiera sido su muerte, dolorosa y tenue como su obra, la ocasión que permitió arrimar mi asombro hasta su profunda ansia de libertad y de lucha. Digo que resulta irónico porque es quizás la muerte la figura que más ronda, se aposenta y pasa ante el lector a todo lo largo y a todo lo ancho de este libro. Ella permanece agazapada bajo cada minuto y cada llanto, en medio de cada dolor y en las entretelas de cada ira, dentro del laberinto trémulo de su obra.

Es la muerte lo que hace presencia en la fatalidad de la concepción de la vida que deja caer, con golpe seco, desde sus murallas y sus lamentos, sobre sus alegrías entrecortadas y bajo sus labios profirientes. Hasta su visión del amor parece arrancada al hastío para luego regresar al asedio interminable de la soledad y del silencio. En el amor que nos ofrece no hallamos el cántico grácil de la plenitud sino la frágil alegría de quien ha logrado robar un poco de ternura que, sin embargo, se escapa, irremediablemente, entre sus dedos. Ese valor se entrelaza con el anhelo de libertad y configura una relación penosa que se resuelve en el combate, en la denuncia, en la ira contenida en cada poema que termina por ser arrojada, como pedrusco, al rostro de un mundo opresor e injusto. La liberación que refieren sus poemas parece aproximarse más al propósito de desatar el alma humana y de proporcionarle una dimensión nueva a la vida, que a la ilusión política que sugieren sus llamados al camarada, al socialismo a la cabeza rubia que clava en la punta de su lanza.

Muerte, libertad y amor, construyen pieza a pieza este libro desigual y agitado, de vez en cuando rociado con sangrienta y melancólica burla que coloca sobre sí mismo, sobre su propio recuerdo enternecido y doliente. Detrás de su obra poética he creído hallar rastros de quien busca un humanismo nuevo entre ruinas de fábulas y ensueños, sin concederle demasiada importancia al racionalismo que pretende enseñorearse del joven intelectual de hoy. Se me antoja más bien la actitud de quien está de regreso de muchos esquemas de verdad, al que sólo le queda la posibilidad de cultivar anhelos profundos y degustar apetitos fugaces en la faena de hallarle sentido a este vivir entre la muerte y la palabra.

La generación de Tomás Quintero aparece poco después del paréntesis de nihilismo y ligereza que trazara el movimiento nadaista. En cierta forma se halló de manos a boca en un escenario al que habían retirado sus dioses y demolido sus estatuas. Quizá fue ese el papel que finalmente desempeñó el nadaismo al no conseguir la formulación de una expresión estética sino, tan solo, vilipendiar la literatura que había hallado sus glorias durante el medio siglo. Con los viejos patrones estéticos también enterró sus potencialidades y sus energías. La generación intelectual que lo sucedió hubo de afrontar la necesidad de un orden nuevo -o un antiorden- tanto en lo personal como en lo social y político. Esta generación vibró con la revolución latinoamericana al tiempo que atisbaba el pensamiento psicoanalítico, la novela urbana, la tercera etapa de la poesía nerudiana, la desacralización impenitente de Nietzsche, y se revolvía, inconforme, ante el socialismo ,soviético. Es una generación intelectual convencida de la podredumbre del orden burgués pero desprovista de fe en los rigores políticos que prometen generar un hombre nuevo. De su protesta no aflora una antorcha digna de ser seguida sino el repudio a los valores y la ideología burgueses, más con desdén que con definiciones precisas, al tiempo que prefiere contemplar el ensueño repetido de la liberación, meta y mañana de cada utopía, en tácita renuncia al excesivo mecanicismo de las militancias políticas. Dejan la impresión de que están dispuestos a incendiar el templo pero no ofrecen levantar uno nuevo.

Se suele afirmar que toda obra literaria refleja en alguna forma la vida, la infancia, "el dolorido sentir", el marco ideológico, los agobios y las dolemas que hicieron mella en el autor. En el caso de Tomás Quintero ese conjunto de elementos se expresan a través del recuerdo y de la constante alusión a la ruptura. Por ese resquicio se cuela el tiempo, categoría objetiva que recubre su obra poética. Sobre el recuerdo galopa cierta melancolía que coloca sobre el verso un halo romántico. Nos trae, por ejemplo, la visión del Bayano, su barrio de San Nicolás -muchacho de barriada-, la aventura recomenzada cada tarde entre sus calles y sus bares, el sexo estimulado por los pasos de una "niña de andar rosado", la estremecida imagen del padre que sólo le dejó su partida. En la ruptura hallamos el combate y la muerte, una manera de reproducir -envuelto en categorías distintas- el mundo agónico de la niñez y la pendencia diaria del adolescente que mantenía en vilo su propia realidad mientras anhelaba cambiarla; a través de ellas alcanzó la agreste dimensión de la política, en la vida estudiantil primero -bajo el fragor del 71- en la gesta asombrosa y asombrada de Camilo Torres, hasta la ira que se acrecienta en el tardío amanecer del obrero y en la temprana desaparición de Tuto González. Se siente en sus poemas la desigual emoción de quien más siente la vida que la piensa, como si estuviera abrumado por un mundo emotivo que lo tornaba en un "sentidor" corno dijera de sí don Miguel de Unamuno.
Alvaro Escobar Navia
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CÓMO FUE HECHO ESTE LIBRO (Págs. 203 a 212)
Por Carlos Vásquez Zawadzki (Cali, Julio de 1.978)
"Il faut reprendre le langage en
son milieu. . . .”
Paul Eluard

1.- "Venid a buscar conmigo la muerte o la libertad": libro inconcluso. . . Enunciados fragmentados; series de versiones textuales producidas al interior de un proceso de escritura interrumpido solamente por el estallido de su bio- grafía; caligrafía sobre todo tipo de superficie escriturable: anagramas, poligramas y la escritura como anfibología de textos separados por el tiempo (la "fecha" de sus textos es uno de los elementos del proceso más difíciles de determinar), separados por la geografía y por los cuerpos -sí, por los cuerpos del placer de la lectura y de la escritura, es decir, los cuerpos inscritos en la materialidad de los textos; y etcétera.

1.1.- Inicialmente una dificultad primera: la diseminación de los textos o "poemas" -como los denomina la crítica tradicional- de Tomás Quintero. El escritor no tuvo la obsesión, la necesidad fetichista de conservar, guardar o clasificar de alguna manera su producción, v.gr. fechándolos, remitiéndolos a un destinatario específico. . . En consecuencia, nuestro trabajo inicial consistió en recoger los "poemas" diseminados. La mayoría de estos estaba caligrafiada de puño y letra del escritor. Por otra parte, al recogerse los escritos de Tomás Quintero, nos encontramos frente a un problema teórico y práctico: en el mismo espacio, encerrados en la misma carpeta, convergían versiones de un mismo texto, enunciados que cerraban semánticamente un "poema" determinado pero que, de manera significativa, abrían estructuralmente otro-s texto-s, etc. Es por eso que podemos hablar de' anfibología en el proceso de escritura de Tomás Quintero.

1.2.- Por otra parte, es importante consignar que la diseminación de los textos tiene formas (formas, en un sentido matemático) específicas. Determinantes -como se verá de su escritura. Es el caso, por ejemplo, de caligrafías que bien podrían denominarse contra-textuales. Primer elemento: la biblioteca personal del escritor es importante, tanto en el tipo de obras (la mayoría pero no la totalidad inscritas en la "Cultura Occidental") como en el número de títulos. Ahora bien, en ese con-texto el escritor caligrafiaba (en el sentido que un Apollinaire - poeta profundamente conocido por Tomás Quintero - le da a a este término) los espacios en blanco que permitían, desde el punto de vista tipográfico, textos literarios cuya lectura le era placentera y necesaria - psicológicamente hablando. No se trata de simples anotaciones "al margen". Son Textos completos significativamente. De tal manera, la lectura de esos libros deviene, se transforma - tanto para Tomás Quintero como para sus críticos literarios - en un trabajo inter-textual. En otras palabras, 1a lectura se convierte en un trabajo de re-escritura. Yo leo o releo, en 1a medida en que escribo un nuevo texto. En síntesis: la diseminación de los escritos de Tomás Quintero pasa por su trabajo de lectura. Pasa también por su deseo lectural. Y de manera determinante, por 1a inscripción de sus lecturas en su práctica significante, considerada ésta como una práctica social (¿Por dónde comienzan mis deberes de lectura?, formula Nietzsche y hace eco Barthes). Aquí una crítica literaria que intente desentrañar "influencias" o cualquier tipo simplista de explicación causal en la escritura de Tomás Quintero, tendría serias dificultades no solamente teóricas sino metodológicas.

2.- ¿Cómo leer una práctica significante que no se produce en el circuito comercial (capitalista) del signo, de la letra? En otros términos: ¿A partir de qué elementos conceptuales se puede hacer el conocimiento de un proceso literario y/o producción de significaciones que no apunta a la publicación, circulación, distribución. . . y consumo de textos? Invirtamos de manera didáctica los interrogantes, haciendo explícitos los presupuestos que lo formalizan: ha sido tradicional y determinante la crítica literaria colombiana y latinoamericana (aquella que produce - al decir de J. Kristeva - "discursos o meta-discursos sobre la literatura" y que busca institucionalizar y, en último término, sacralizar la literatura) que se limita, epistemológica y metodológicamente, a la lectura -fetichista- de "objetos" literarios. Se consumen mercancías, asignándoseles un valor o sentido determinado, único, apropiado y absoluto. Más precisamente: se consumen enunciados verbales cuyo proceso de escritura se "deja de lado", porque no interesa. La lectura no se cuestiona jamás. Entonces, se hace inaplazable la formulación de otros puntos de vista teóricos en el momento de realizar un trabajo de análisis de la producción poética de Tomás Quintero (la "poesía" dejaría de ser lo inefable, lo inexplicable, lo intangible del alma de las palabras y de la inspiración y expresión del "artista"), producción que en su totalidad no pasa por el deseo y la necesidad de publicación, y de su correlato: la publicación para el consumo: "dime qué vendes y te diré cuánto vales . . .

2.1 ¿Cómo analizar entonces una escritura pulsional, casi una gestualidad que se place en el suspenso (en todos los sentidos: aún en el "suspenso" del género policíaco: qué versiones? Cuál es la primera? Cuál es el texto definitivo?); en su interrupción (terminar de escribir un enunciado y recomenzarlo: cómo podemos leer sus diferencias? - ello siempre y cuando el lector, el crítico literario se interese por las diferencias, es decir, por la escritura de sentidos, polisemia o poligramas …); en su trabajo significante: una textualidad que se hace conciente del trabajo de la lengua, a partir de la lengua, en una palabra, trans-linguístico? Es menester afirmarlo de una vez, apoyándose en los interrogantes arriba formulados: tanto el proceso de escritura como la materialidad de los textos de Tomás Quintero exigen una crítica literaria que se cuestione y reformule dialécticamente como teoría y práctica de lectura y práctica y teoría del texto. Aquí no tendrían lugar ni el empirismo craso ni la retórica de los manuales de literatura (la producción de Tomás Quintero correrá siempre el peligro de terminar ilustrando una Antología de Nuevos Poetas Latinoamericanos o en un Manual de Literatura, para que se lean sus construcciones idiomáticas, sus metáforas e imágenes, su saber retórico, en fin su estilo) ni mucho menos el positivismo y determinismo de la crítica literaria actual en el país. . .

3.- Desde el primer texto de "Venid a buscar conmigo la muerte o la libertad", el escritor se plantea el problema de su lenguaje: la relación entre su cuerpo ("fiero dolor agazapado en los contornos de mi pecho") y la escritura. Entre el cuerpo y sus palabras. Entre el cuerpo como productor de "enunciaciones" y los "enunciados" poéticos que se escriben y leen. Es decir, la imposibilidad de una palabra que no se asume como un cuerpo. Límites de la expresividad: la escritura ingenua ("la Palabra que creyó decirlo todo": la identidad del sujeto: el escritor o el crítico cuyos lenguajes "plenos" de sentido expresan la verdad, la totalidad. . .) Pero, por otra parte, nueva bio-grafía (Artaud escribe "la déperdition du sens" y, desde Flaubert, Nietzsche, Lautréamont o Mallarmé, se escribe una crisis del sentido; un estallido del Sujeto y de su Palabra; del Sujeto, del Sistema y de la Cultura capitalista burguesa), bio-grafía en el trabajo de la escritura en crisis: es entonces la negación de la Palabra ingenua la que produce la dolorosa conciencia del trabajo poético (una negación de la negación):

"Y cuando la Palabra se termine
Y cuando no se pueda más escribir
Tu nombre
Sobre mi papel:
¿Acaso todo lo vivido
Quedará por fuera?

3.1 Crisis del Sujeto, de su Palabra, en fin, del Sentido. Un texto específico materializa esta problemática:

"La figura en el espejo. . .
¡qué parodia!
¿Acaso tu poema,
puede reproducirme?

La crisis de la escritura es crisis de la representación. Conciencia del referente linguístico. Más concretamente, el lenguaje se vuelve sobre sí mismo para cuestionarse - en primera instancia, como representación de figuras o como representación de representaciones: en / ante el espejo. Pero al mismo tiempo, el sujeto de la enunciación se multiplica, se pluraliza: es el espejo el sujeto del enunciado? Es el escritor? Es el lector? Quién habla en el texto? Quién cuestiona la función expresiva de los lenguajes literarios (¡qué parodia! - entendiendo la "parodia" como imitación burlesca de una obra literaria pero también, como género). Dónde comienza el lenguaje, dónde termina el meta-lenguaje? No obstante, la escritura de Tomás Quintero - trabajando al interior de esta crisis, y asumiendo, re-sumiendo, abandonando y recuperando las contra-dicciones que la conforman (Barthes escribió hace algunos años que la "literatura" porta una máscara que se señala así misma con el índice) - se producirá en la fábula. En el espacio o topo-logía semántica del texto, la Fábula y/o fábula asumirá la crisis, es decir, producirá "Historias" pero no podrá dejar de señalarse en mayor o menor grado teórico formal un doble registro significativo: palabra y palabra de la palabra.

4. En consecuencia, un primer problema teórico por resolver consistió en recoger los textos o "poemas" que, al decir de Jakobson, explicitan una función poética. La expresión corriente: "hacerse cargo de sí mismo", resulta aquí pertinente y didáctica. Se esbozaba entonces un primer elemento ordenador (todo lenguaje teórico o práctico clasifica, jerarquiza, enumera sentidos o niveles de sentido, etc.), un primer elemento que hiciera inteligible la construcción del libro (es importante señalar, dentro de la perspectiva que elaboramos y que exige la producción significante de Tomás Quintero que el "libro" y/o El Libro - no simplemente como tema sino como problema de escritura - se hace reiterativo, importante, determinante; es una problemática que el escritor trabajará conjuntamente
con la Fábula). La fábula de la escritura y del libro (cf. Llegad, llegad, hermano);

. . . Llegad, Camarada Viajero,
Traed contigo la guitarra
Para cantar las Sagas
De los caminos largos y los mares.
Las Sagas que nos hablen
De la derrota y del triunfo,
De los camaradas,
Del amor de las muchachas
y de las Siete Lunas de los viejos mitos. . .
. . . Dadle razón de ser a mi libros. . .

Es así como se fue haciendo necesaria una estructuración de"Venid a buscar conmigo la muerte o la libertad", a partir de una primera parte fundamental: Escritura y Fábula. Ahora bien, el trabajo trans-linguístico o poético, la práctica significante de Tomás Quintero se hace laborando, transformando determinadas materias primas ("langagières") o discursivas: especial y significativamente la sexualidad y la política. Este trabajo es estructurante de la primera parte del libro; es verdad., Pero el e~critor había trabajado (hasta su precoz y dolorosa! desaparición, a los 32 años) en determinados "proyectos' - no explícitos desde el punto de vista teórico - que eran proyectos poético-políticos y poético-eróticos, estos últimos en el sentido de un Georges Bataille. De esta manera aparecen dos niveles estructurales del libro: "Los cuerpos del amor" y "Levántate Camarada" (título este bajo el cual el escritor pensó reagrupar una serie de textos). La cuarta parte del libro firma nombres propios: Sarah Yvanovich, Tuto González, Robinson Crusoe, etc. Aquí encontramos el primer poema fechado por el escritor: 1967. La construcción del libro, pues, encierra "poemas" producidos entre el texto a Camilo y "Cuando muramos, alma mía", título que podría leerse como premonitorio -fechado en mayo 1978- pocos días antes de su desaparición.

4.1 El título del libro aparecía como pie de página, acompañando varios textos y, como éstos igualmente diseminado y entrecruzado con otros posibles títulos que, como queda dicho, encerraban proyectos de escritura. "VENID A BUSCAR CONMIGO LA MUERTE O LA LIBERTAD" concreta a nuestro entender la práctica poético-erótica y poético-política de Tomás Quintero.

4.2 La práctica política del escritor, como se evidencia en todos sus textos, marca significativamente diferencias con las discursividades de los partidos tradicionales latinoamericanos y colombianos configurados desde mediados del siglo XIX. Todo lo que nombra su trabajo poético-político deja trazos de sus pulsiones de muerte y principio de realidad, apuntando a la deconstrucción del actual sistema social (político, económico y cultural) del país, lucha que pasa en primera instancia por un trabajo del / sobre el lenguaje. Léase el texto "Todos temen pro
nunciar sus nombres":

"Caídos
o muertos,
nadie lo supo.
No asistirán con nombre propio
para los libros o la historia
ni siquiera para el recuerdo de los camaradas . . .
. . . ni siquiera para sus amigos
más íntimos
que ahora temen pronunciar
Pablo o Andrés
o Julio el terrorista. . .

. . . Todos temen pronunciar sus nombres
como si les quemara tanta cosa.”

Su principio de realidad "fija" -significativamente hablando-, "predica" una alternativa: Muerte o Libertad. Su principio de placer hace que la "Libertad", el deseo de libertad sea un deseo de escritura. La alternativa se forma en la sexualidad, en la amistad, en la música, en el vino, en la lucha callejera, en la vida del barrio, en la ciudad, en los elementos naturales (sol, aire, tierra). . . La Revolución es, en último término, una revolución poética y la escritura de cada uno de los textos de Tomás Quintero, el proceso significante (asumiendo crisis y contra-dicciones) de una práctica política o erótica que no puede dejar de ser poética; de un trabajo poético que se estructura en la sexualidad (como principio de placer) y en la política (como principio de realidad).

5. "POEMAS DE LA AUSENCIA" conforman un conjunto de veintidós textos poéticos y un capítulo "aparte" en la producción de Tomás Quintero. Se trata en realidad de la única serie de "Poemas" destinados a su publicación (previo a estos textos, el escritor realizó muy limitadas publicaciones: "Camilo", "Tuto González". . . que no convergían en el proyecto de un libro). El juego de enunciados fragmentados, de versiones diferentes de un solo texto, etc. parece detenerse, interrumpirse. Por estas razones, lo publicamos como ese capítulo "aparte" que significa un momento determinante en la bio-grafía de Tomás Quintero. Su lectura, al interior del proceso global conformado por "Venid a buscar conmigo la muerte o la libertad", tiene nuevas exigencias teóricas y metodológicas, dada la materialidad (definitiva) de los textos. De manera parcial, se habían publicado algunos títulos: "Kamal Arabat, el Palestino", "Futuro", "Cavafis: in memoriam", "Poema final". . .

Cali, julio de 1978. Carlos Vásquez Zawadzki
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POEMAS
... En Construcción ...
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Textos sobre Tomás Quintero y su obra:
** ENLACE: http://plenilunio-grupo-poiesis.blogspot.com/2006_10_21_plenilunio-grupo-poiesis_archive.html
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** TOMAS QUINTERO, POETA DE LA AUSENCIA
CARLOS VÁSQUEZ - ZAWADZKI

http://www.revista.agulha.nom.br/bh9quintero.htm

On est exilé dans sa patrie!!! . Arthur Rimbaud

Del escritor colombiano Tomás Quintero Echeverri (1945-1978), la Universidad del Valle -a la cual estuvo vinculado como profesor- publicó dos volúmenes que recogen los textos más significativos de su obra poética. A saber: Venid a buscar conmigo la Muerte o la Libertad [1] y Poemas de la ausencia [2]. En varias antologías regionales y nacionales se ha divulgado, a partir de 1978, la producción literaria de uno de los poetas más importantes de la llamada -por Isaías Peña Gutiérrez o Juan Gustavo Cobo Borda- ‘la generación perdida’, posterior al advenimiento tardío de la vanguardia nadaísta.

"La generación de Tomás Quintero, escribió Alvaro Escobar Navia, aparece poco después del paréntesis de nihilismo y ligereza que trazara el movimiento nadaísta. En cierta forma se halló de manos a boca en un escenario al que habían retirado sus dioses y demolido sus estatuas (...). La generación intelectual que lo sucedió hubo de afrontar la necesidad de un orden nuevo -o un antiorden- tanto en lo personal como en lo social y político. Esta generación vibró con la revolución latinoamericana al tiempo que atisbaba el pensamiento sicoanalítico, la novela urbana, la tercera etapa de la poesía nerudiana, la desacralización impenitente de Nietzsche, y se revolvía inconforme, ante el socialismo soviético" [3].

Ahora bien, en Venid a buscar conmigo la Muerte o la Libertad, título de uno de los múltiples proyectos creativos del autor -inéditos éstos hasta su inesperada desaparición a los 33 años de edad-, se recogió la mayor parte de su obra in progress, obra en principio no destinada en esa forma inacabada y fragmentaria a su publicación.

Desde un punto de vista temático, por ejemplo, saga e historia, presencia y ausencia, amor y olvido, Dionisios y Apolo, victoria y derrota, revelación y sombra, pulsión de vida y pulsión de muerte, juventud y decadencia, amistad e indiferencia, presente y revolución, poema y escritura del poema, sensualidad y sexualidad..., son algunos de los principales ejes semánticos de este complejo, rico y autorreflexivo mundo literario.

En el mismo, como proceso de construcción y diferenciación, el lector encuentra filiaciones y negaciones con relación a literaturas y culturas, obras y escritores del país colombiano y de otras latitudes. Por ejemplo, con el Siglo de Oro de Cervantes y la poesía española vanguardista de un García Lorca; con la literatura latinoamericana de Vallejo, Neruda, De Greiff, López Velarde, Lugones, Darío, Aurelio Arturo... Con la poesía europea de Baudelaire y Cavafis...En este sentido, Tomás Quintero es escritor de escritores, escritor de sus lecturas.

Poemas de la ausencia
La obra está conformada por un conjunto de veintidós textos poéticos. En su primera edición escribíamos:

"Y un capítulo ‘aparte’ en la producción de Tomás Quintero. Se trata en realidad de la única serie de poemas destinados a su publicación(...). El juego de enunciados fragmentados, de versiones diferentes de un solo texto, etc., parece detenerse, interrumpirse ..." Ello, con relación a la totalidad de poemas incluidos en Venid a buscar conmigo la Muerte o la Libertad, poemas en los que se evidencia el trabajo lúcido del autor sobre el lenguaje: "Un trabajo poético que se estructura en el cuerpo y la sexualidad (como principio de placer) y en la política (como principio de realidad)" [4].

Poemas de la Ausencia en el sentido fuerte de absentia, arcaico y metafórico, es exilio. Infortunio: por ello se escribe sobre el cuerpo la tristeza; sobre la misma piel se graba el nombre de quien partirá, una vez estallen en su pecho las amapolas; así también la destrucción del amor alegre y fuerte de Bagoas; y la ausencia definitiva de Siri Fadal de quien sólo permanece el recuerdo de sus ojos pegados a su mediterráneo; o bien, el Ulises trashumante, con su eterno deambular...Pero, la misma palabra ritual anula y destruye pasado y recuerdos; el vino plácido ausenta de igual forma el canto al ser amado; la soledad se hace llanto porque sube hasta los ojos para humedecer algo así como un recuerdo de Julio Arenas; esto, mientras Grecia muere otra vez, se hace demanda amorosa del recuerdo en presencia del goce, muere Kamal Arabat sin que nadie lo sepa en un amanecer del Sinaí y se quiebra el tiempo encerrado en una celda... hasta el Poema Final, interrogado en su utilidad, en su mismo goce de ser y del ser escrito.

Todo se ausenta, es decir, se exilia, es decir aún, se hace miseria e infortunio. Poemas de la ausencia y ausencias, exilios, miserias, infortunios de la escritura poética:

Fiero dolor agazapado en los contornos de mi pecho,
De la escritura ingenua, de la Palabra
Que creyó decirlo todo. [5]

En el contexto del proceso creativo de Tomás Quintero, en la escritura poética, la significación estará a la deriva, el sentido fallará: los objetos estarán en proceso de perderse, también los sujetos. Así, la revelación: conciencia de la perdida o bien de lo que se fuga en el tiempo, el instante de la saga y la inaprehensión o sin sentido de la Historia y la Muerte:

Y cuando la palabra se termine
Y cuando no se pueda más escribir
Tu nombre sobre mi papel:
¿Acaso todo lo vivido quedará por fuera? [6]
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NOTAS
1 Tomás Quintero, Venid a buscar conmigo la Muerte o la Libertad, Departamento de Letras, Universidad del Valle, Cali, 1978, 220 p.
2 Tomás Quintero, Poemas de la ausencia, Decanatura de Cultura, Universidad del Valle, Cali, 1993, 91 p.
3 Alvaro Escobar Navia, Introducción en Venid..., p. 7
4 Carlos Vásquez-Zawadzki, Cómo fue hecho este libro, Ibidem, p. 221
5 De la escritura ingenua, Ibidem, p. 13
6 Cuando la palabra se termine, Ibidem, p.15
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Cinco Poemas
EL AMIGO
La muerte alcanza incluso / al que evita el combate . Sinónides

Con ansiedad esperaba su regreso.
Llegaba con el triunfo de la guerra
en su espada y en su escudo.
Besos y laureles caían sobre su rostro.
Juntos, en tiempos no lejanos,
habían compartido el olor de la gacela,
el sabor de la aceituna y la risa
y la fresca piel de núbiles doncellas.
Juntos, en las tardes,
habían contemplado el mar.
Ansioso deseaba ahora
recordar la amistad en el abrazo.
Pero Kostas, el anciano, se le acercó. Le dijo:
"No es justo que el que ha huido de la guerra
salude al héroe que regresa. Tu lugar no está aquí.
Así lo entiende él. También nosotros".
Entonces se alejó.
Y en la fonda más cercana al puerto
entre los vítores, la risa, su llanto y su vino
miró pasar al viejo compañero.


GRECIA
De Marko, el griego marinero,
Repito estas palabras que cantó o lloró
En la inagotable noche del ron
En la vieja Cartagena:
"Camaradas, soy de Grecia,
Y cada vez que muerdo su fruta milenaria,
la uva
Siento rodar por mi garganta
El antiguo sabor de sus placeres
Me he revolcado en su mar
Su cielo se ha quedado aquí en mis ojos
Y su rocoso suelo ha rasgado mi piel
Y mi garganta y mis labios han repetido
Su inmortal grito guerrero
Y ahora Grecia muere otra vez.
Ayudadme a salvarla, camaradas".

CAVAFIS: IN MEMORIAM
Perdóname, mi señor. No es nada. / Es amor / -¿Sólo eso? . El Muchacho Persa

Ante las murallas de Zadrakarta
-la que humedece el mar-
Dóriskos, el griego mercenario,
lloró la partida de Bagoas
Hermoso eunuco persa.
"Jamás he tenido joven alguno como tú -le dijo-
Y jamás lo volveré a tener.
Me has destruido para el amor.
Ahora sólo me queda
El triste y débil placer de las mujeres".


MINI-BALADA INCONCLUSA DE SIRI FADAL

Me quedaré en el espacio violeta de tu mirada
Siri Fadal,
Lejana, como viejo barco egipcio,
en el horizonte de un mar sin horizontes.
Y ya no podré escaparme de su ámbito
Tan indiferente o tan triste era, no lo sé, Siri Fadal.
Nunca llegué a entender la lengua de tu canto.
Pero pensaba en el sonido-luz del sánscrito
O en el encuentro del dátil y del viento
En la soledad y el sol de tus desiertos;
Y cuando el llanto rodaba en tus palabras
Alguno me decía que llorabas por tu pueblo.
Luego supe que habías muerto.
Con ropajes beduinos que agrandaban tu cuerpo
Y un viejo fusil
que pesaba más que tu guitarra
Y los ojos pegados a tu Mediterráneo
Y sonriendo, pienso yo,
Siri Fadal.


CÉSAR VALLEJO

Alguna vez César, cansado de estas cosas,
(Cansancio tal vez no, tal vez angustia:
la angustia del Perú, su propia angustia,
indio y dolor, mujer ausente,
palabra que cobija y no cobija
el ser hombre y niño a un mismo tiempo
y tener que pensar como poeta...)
Alguna vez César, en una de sus noches,
Echó a rodar sus dados
Roídos y redondos
Sobre los huesos húmeros de algún París pluvioso,
O con flores, no importa,
Porque a César la vida
Se la iban arrancando poco a poco.
Y poco daba ya, jugársela de golpe.
Entonces miró a España.
España era brigadas, cañones, pueblo y sangre,
Miliciano y fusil, sotana y sable.
España era la vida que empezaba...
Así lo vio César.
Y del clavel sangrante de la España herida,
Y de cada agujero de España mutilada
Caminando a su lado, con cantos y con rabia,
Produjo, como espigas, más palabras.
Y no siguió muriendo
Porque se levantó y echose a andar de nuevo.
+++++
+++++
.
NTC ... SEGUIMIENTOS A Abril 1, 2015

---------- Mensaje reCIBIDO ----------

De: carlos jimenez moreno 
Carlos Jimenez
Villaviciosa de Odón, España
http://elartedehusmeardecarlosjimenez.blogspot.com/

Fecha: 1 de abril de 2015, 14:31

Asunto: Fwd: Poema de Tomás Quintero

Para: Pedro Manuel Valencia CCO: NTC … ntcgra@gmail.com

---------- Mensaje reenviado ----------
De: Rodrigo Laurens
Fecha: 1 de abril de 2015, 19:06
Asunto: Fwd: Poema de Tomás Quintero


INDIO SOY

 pedí algo más que la vida
Nunca pedí algo más que la vida 
y se me negó.
Para qué hablar del río
si lo secaron,
de la flor
si nunca la dejaron crecer?
Indio soy, y es lo único que me han dejado.
Al menos
clavé una lanza
donde antes relucía una cruz.


ALMA MIA, CUANDO MURAMOS

Alma mía, cuando muramos,
llevadme de tu mano
a las playas
en el sol
y pondremos a secar allí nuestra tristeza
y con flores clavaremos
en los sexos
el amor
Alma mía, cuando muramos,
dejad colgando mi vida de la percha
en algún cuarto de hotel
para que las prostitutas
vistan con ella
el amor de amanecer de sus amantes

y luego, alma mía,
cuando ya no podamos mirar más el sol
llevadme hasta ese coro
de niños negros
que comienzan a cantar las verdades de la aurora
y que entonces, podamos entender
la nostalgia de la última partida...

Mayo 1978


EL AMIGO
La muerte alcanza incluso / al que evita el combate . Sinónides

Con ansiedad esperaba su regreso.
Llegaba con el triunfo de la guerra
en su espada y en su escudo.
Besos y laureles caían sobre su rostro.
Juntos, en tiempos no lejanos,
habían compartido el olor de la gacela,
el sabor de la aceituna y la risa
y la fresca piel de núbiles doncellas.
Juntos, en las tardes,
habían contemplado el mar.
Ansioso deseaba ahora
recordar la amistad en el abrazo.
Pero Kostas, el anciano, se le acercó. Le dijo:
"No es justo que el que ha huido de la guerra
salude al héroe que regresa. Tu lugar no está aquí.
Así lo entiende él. También nosotros".
Entonces se alejó.
Y en la fonda más cercana al puerto
entre los vítores, la risa, su llanto y su vino
miró pasar al viejo compañero.


CAVAFIS: IN MEMORIAM
Perdóname, mi señor. No es nada. / Es amor / -¿Sólo eso? . El Muchacho Persa

Ante las murallas de Zadrakarta
-la que humedece el mar-
Dóriskos, el griego mercenario,
lloró la partida de Bagoas
Hermoso eunuco persa.
"Jamás he tenido joven alguno como tú -le dijo-
Y jamás lo volveré a tener.
Me has destruido para el amor.
Ahora sólo me queda
El triste y débil placer de las mujeres".


CÉSAR VALLEJO

Alguna vez César, cansado de estas cosas,
(Cansancio tal vez no, tal vez angustia:
la angustia del Perú, su propia angustia,
indio y dolor, mujer ausente,
palabra que cobija y no cobija
el ser hombre y niño a un mismo tiempo
y tener que pensar como poeta...)
Alguna vez César, en una de sus noches,
Echó a rodar sus dados
Roídos y redondos
Sobre los huesos húmeros de algún París pluvioso,
O con flores, no importa,
Porque a César la vida
Se la iban arrancando poco a poco.
Y poco daba ya, jugársela de golpe.
Entonces miró a España.
España era brigadas, cañones, pueblo y sangre,
Miliciano y fusil, sotana y sable.
España era la vida que empezaba...
Así lo vio César.
Y del clavel sangrante de la España herida,
Y de cada agujero de España mutilada
Caminando a su lado, con cantos y con rabia,
Produjo, como espigas, más palabras.
Y no siguió muriendo
Porque se levantó y echose a andar de nuevo.


Cuando la palabra se termine


Y cuando la palabra se termine
Y cuando no se pueda más escribir
Tu nombre sobre mi papel:
¿Acaso todo lo vivido quedará por fuera?
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